Tras visionar las breves pero interesantes entrevistas y apuntes del post de ADN, y con la intención de hacernos eco del panorama actual de las artes en España, desde COMISMAR Arte y Bienes Especiales, queremos hacer mención brevemente a nuestra experiencia en la diversa casuística que, en la atención a la siniestralidad y la prevención, hemos desarrollado en este campo a lo largo del tiempo.
¿Qué es el Arte hoy día? A pesar de la falta de justificación histórica en su continuidad al haberse extinguido algunas de sus funciones originales, el arte no deja de producir emoción, además de belleza sensible y/o conceptual. Su aura no disminuye pues no deja de ser referente de distinción y poder económico y mantiene su capacidad de convocatoria masiva para las numerosas revisiones históricas y exposiciones “de autor”. De esta forma el Arte continúa en la actualidad como actividad multiforme dentro de la que conviven todo tipo de tendencias y técnicas, muchas de ellas de complejo desarrollo conceptual a pesar de su aparente simplicidad formal, que requieren de una atención experta en su reconocimiento y problemática. Así pues, como pone de manifiesto el Director de AXA Art Sr. Alvarez, asistimos a una rotura de los límites del arte que en ocasiones no puede definirse salvo por un criterio subjetivo, en el espacio que media entre la voluntad del artista y la compraventa del objeto definido como artístico.
Por último, aunque no en último lugar como sabemos, sigue alimentándose el mercado del Arte dados los altos márgenes comerciales que produce, como los eventos feriales y subastas se encargan de difundir, atrayendo en ocasiones a especuladores e intermediarios en el blanqueo de capitales. Si bien es cierto que este mercado sigue siendo refugio de valor económico, en ocasiones muy propicio al blanqueo de capitales, esta actitud fraudulenta es la menor de las que rigen el mercado del arte, donde la mayoría de los coleccionistas afloran sus nuevas adquisiciones al asegurarlas.
En España, tras los años de euforia previos a la crisis, que se materializó en un auge del coleccionismo y la proliferación de Centros de Arte, se ha vivido una contracción del mercado, ya mencionada en el post citado, que parece remontar, aunque el nivel medio de adquisiciones baja sus cuantías, como explican diversos profesionales del sector (resultados ARCO 2015).
La actividad desarrollada por COMISMAR, tanto en la prevención como en la valoración y la atención a diversos siniestros, ha tendido a salvaguardar los intereses de las Compañías Aseguradoras, bien de cara a la autentificación de las obras a asegurar –con análisis estilísticos y/o materiales-, bien ante las posturas maximalistas de artistas y agentes mediadores, tanto en las contrataciones –valores a asegurar- como en los casos de siniestros. En estos últimos, cuando el artista está vivo, hemos observado cómo la tendencia es dar por peÉrdida una obra de arte aun cuando su daño pueda ser restaurable. Lecturas interesadas de la Ley de Propiedad Intelectual pueden esgrimirse para restringir o anular las posibilidades de recuperación, y han dado lugar en ocasiones, cuando no se llega a acuerdos en las valoraciones y depreciaciones del valor asegurado, a acciones judiciales para dirimir derechos y obligaciones.
Eduardo Gálvez Bellido
Experto en Arte y Bienes Especiales
Grupo Comismar