La falsificación de títulos náuticos vuelve a escena

De nuevo los medios de comunicación se han hecho eco de otra noticia relacionada con la falsificación de titulaciones náuticas. De nuevo los foros y redes sociales se llenan de comentarios sobre un hecho que no es la primera vez que se produce, ni desgraciadamente parece que vaya a ser la última. Y probablemente no será la última porque no hay voluntad de quien debe poner los medios adecuados para evitar que estas infracciones se produzcan. Y si hubiese voluntad, ni se hace publica, ni mucho menos notoria.

Año tras año se suceden las noticias sobre falsificaciones de titulaciones náuticas, unas veces en una comunidad, otras veces en otras, con pinganillos en los exámenes o sin ellos, con imprentas de por medio o sin ellas, con famosos “en el ajo” que multiplican la repercusión de la noticia o sin famosos y por tanto con menos morbo mediático y su consecuente discreta posición en la prensa.

Ni la flamante nueva normativa de titulaciones náuticas parece que vaya a frenar que la corrupción vuelva a golpear al sector de la náutica de recreo y a poner en riesgo la seguridad de los navegantes que cumplen rigurosamente la normativa, aún incluso estando en desacuerdo con ella o creyendo que es manifiestamente mejorable, pero a pesar de ello, asumiéndola.

No cambiará nada la nueva normativa sobre titulaciones náuticas porque desgraciadamente no existe ningún mecanismo efectivo para atajar los continuos fraudes relacionados con las titulaciones náuticas. Tampoco aparece ninguna medida para terminar con estos fraudes en el borrador del proyecto que planea dar atribuciones profesionales a los navegantes con titulaciones náuticas de recreo. Ni tan siquiera, a día de hoy, la administración dispone de un registro centralizado de los títulos náuticos emitidos por los diferentes organismos competentes, lo cual hace muy difícil el control de este tipo de fraudes y le da más mérito a la labor de la Guardia Civil para destapar cada caso que se sucede.

Quizás sea esta la gota que colme el vaso y las administraciones tomen nota de ello para empezar a resolverlo, quizás las diferentes asociaciones náuticas lleven a cabo las acciones necesarias para salvaguardar la imagen del sector y quizás las empresas y los navegantes clamen por solucionar un problema que va mucho más allá de la náutica, no en vano la corrupción, es junto con el desempleo, una de las mayores preocupaciones de los españoles.

Desde estas líneas esperamos que la justicia haga su trabajo para disuadir a otros de cometer las mismas infracciones en el futuro y nos unimos a todas las asociaciones, organizaciones y navegantes que condenan estos hechos y el daño que provocan en el mundo de la náutica.

 

Fuente: CENAUTICA

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